Pues las esperanzas de papá se quedaron en eso, en esperanzas. Paula ha pasado toda la semana con fiebre y muchos mocos y por las noches dolor de dientes. Total, que hemos tenido unos días y sobretodo noches"estupendos" los tres. Pero ahora ya sí que parece que se le ha pasado. Anoche volvió a tener fiebre, pero confiamos en que haya sido por las vacunas que le puesieron por la mañana.
Hoy está pasando el día muy feliz, yo creo que echaba de menos la guardería.
Además ha empezado a comer verdura, se la han dado en la guarde y se la ha comido toda y además un bibe. A ver qué tal se nos da a nosotros el fin de semana...
¡Cómo está cambiando! Ya se sienta perfectamente recta y si la pones de pie se queda tiesa como una tabla. Ayer la llevó papá a la pediatra (a la que le han encantado los legins vaqueros que llevaba puestos Paula, regalo de las titas) y nos tranquilizó mucho porque ha cogido mucho peso y altura a pesar de no haber comido casi nada mientras ha estado enferma. Y también ha alabado su elasticidad y movimientos (es que no para).
Yo la verdad es que no llevo mal esto de haber vuelto a trabajar, necesitaba mi tiempo. Y Paula está encantada en la guardería y con su padre. A mi me tuvo en exclusiva durante más de 5 meses, ahora le toca a papá. Pero la echo de menos.
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