Mucho tiempo sin contaros nada... pero es que mi vida no es muy interesante: Dormir, comer y descomer, con algún enfado y algún baño por medio. Por cierto, qué pasote lo del baño, ¡me encanta! Me habían dicho que molaba mazo ¡y no se equivocaban!
¡Pero este fin de semana ha sido distinto!
Primer viaje. A Salamanca, nada menos. Y en Salamanca: un montón de gente esperando para conocerme (o reconocerme). Porque ya no soy la misma que cuando vinieron a verme hace un mes y pico... ni por asomo. Yo misma me noto más madura, como más responsable y adulta ya... y con más rollos en los muslos.
Me quedo en casa de la abuela Teresa, que hay más sitio. Pero ya el viernes fuimos a comer a casa de la abuela Carmina. 13 éramos. Dicen que la lasaña estaba muy rica, y la verdad es que a mi la leche de mamá me supo a gloria bendita.
El sábado, visita a la peluquería, a conocer a Veli, la peluquera de mamá desde hace mucho tiempo. Una chica muy maja que me dejo muy guapa (Ver fotos en mi book).
Y el domingo fuimos a tomar el Vermut con las amigas de mamá y las tías, 14 personas esta vez. ¡Un ajetreo cosa fina!. Circulé de mano en mano como la "falsa monea", así que decidí hacerme la dormida un rato a ver si me dejaban tranquila... y funcionó.
Ya estoy de vuelta en Burgos. Espero tener una semana tranquila, que en Semana Santa nos toca otra vez.
P.D. ¡Me han hecho un montón de regalos! ¡parecía Navidad! Ya he estado probando esta noche el carrusel, ¡que guay! (Ved el vídeo que me ha hecho papá)
Besos a todos.
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