Por lo visto son muy útiles: el bebé está mas tranquilo, se hace más sociable, ayuda a prevenir el cólico del lactante y es beneficioso para su desarrollo óseo, tanto de las caderas como de la columna vertebral.
El manejo y colocación de los fulares no es evidente y requiere un poco de práctica. Hace unos días hicimos alguna prueba pero a Paula no pareció divertirle la experiencia... y me daba miedo volver a intentarlo.
Pero hoy me he puesto cabezón y ha sido como magia. Me lo he anudado en la configuración llamada "Cruz envolvente", y cuando he colocado a Paula dentro, ha quedado como narcotizada: Se ha dormido casi inmediatemente. Ha adoptado una postura que le es muy cómoda, llamada "ranita", y con el calor de mi propio cuerpo a lo mejor piensa que ha vuelto al útero de su madre.
De hecho ahora estoy escribiendo esto con ella "colgada" al pecho:
Más información:
· En Burgos: Instinto Maternal
· Fabricantes del fular: Hoppediz
Madre mía, vaya papá canguro!, seguro que a Paula le va a encantar estar tan cómoda, besos
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